Este ensayo de mi admirado
filósofo José Antonio Marina no ha resultado ser lo que yo pensaba, en el
sentido de que yo esperaba encontrar unas pautas para estimular el desarrollo
de unas habilidades concretas y ya innatas en las personas (pintar, hacer música,
bailar, enseñar, actuar…). Sin embargo he descubierto que en el libro se habla
del talento desde un punto de vista más amplio, más general. Se habla de
talento como un conjunto de recursos básicos que todos poseemos y que es
posible y necesario desarrollar para así
podernos enfrentar más eficazmente a la tarea de vivir, o de vivir mejor. Talento
como capacidad de gestionar bien y explotar adecuadamente la inteligencia
humana.
El autor nos va exponiendo a lo
largo de las páginas su teoría de la inteligencia, cómo funciona ésta, los
distintos tipos que existen, así nos explica qué es la inteligencia generadora
de ideas, pensamientos, deseos, sentimientos, etc., o la inteligencia
ejecutiva, necesaria para llevar a la práctica el potencial que nuestro cerebro
produce; también analiza el papel tan importante que desarrolla la voluntad y
la capacidad de evaluación.
La
educación del talento es un ensayo filosófico en defensa de la
educación a nivel individual y a nivel social. Es necesario lograr entre todos
(la sociedad entera es responsable y beneficiaria a partes iguales) un entorno
educativo adecuado a los intereses de la comunidad. Concretamente un centro
educativo o una familia son escenarios idóneos en los que hay que actuar para
que ellos actúen a su vez en nuestros hijos y por consiguiente, en nuestro
entorno social.
De todos depende el fomentar en
nuestros niños y jóvenes el desarrollo paulatino del talento como capacidad de
resolver problemas, de dar respuestas adecuadas, de generar habilidades de forma creativa, de gestionar bien el
comportamiento y de alcanzar el mayor grado posible de libertad y de espíritu
crítico para afrontar con éxito la vida.
José Antonio Marina se explica con
claridad en estas reflexiones suyas extraídas del libro:
. La inteligencia depende a partes iguales
de la herencia y de la educación
. Los tres grandes recursos educativos de
los padres son la ternura, la exigencia y la comunicación
. Los humanos mejoramos si interactuamos
con los mejores y empeoramos si lo hacemos con los peores (es una
versión del dicho popular: dime con quién andas y te diré quién eres, que tanto
preocupa a los padres de adolescentes) Aprendamos de los sabios y para eso hay
una herramienta muy eficaz, la lectura.
. El deseo de conocer, de explorar es una
constante en los seres humanos
. Un pobre control de impulsos en la
infancia es también un predictor muy fiable de la delincuencia posterior
. El niño debe sentir la frustración para
crecer
. Felicidad es la armoniosa satisfacción de
nuestras tres grandes necesidades: el bienestar, la vinculación social, la
ampliación de posibilidades
. Todos estamos construyendo una catedral,
colaborando en el grandioso proyecto de mantener la humanidad de nuestra
especie, de garantizar el futuro, de edificar un mundo habitable, y eso libra a nuestras
acciones diarias de la insignificancia y el sinsentido. Con la pequeñez de
nuestras acciones estamos creando un mundo, haciendo realidad una utopía.
EDITORIAL:
CÍRCULO DE LECTORES
AÑO 2010
ISBN: 978-84-672-4442-7
DL B 16020-2011
194 páginas
Otras obras de José Antonio Marina reseñadas en este blog :
La conspiración de las lectoras
http://blogdejosefinaarmenteros.blogspot.com.es/2011/01/la-conspiracion-de-las-lectoras-jose.html
http://blogdejosefinaarmenteros.blogspot.com.es/2011/01/la-conspiracion-de-las-lectoras-jose.html
Ética para náufragos
http://blogdejosefinaarmenteros.blogspot.com.es/2011/06/etica-para-naufragos-jose-antonio.html
http://blogdejosefinaarmenteros.blogspot.com.es/2011/06/etica-para-naufragos-jose-antonio.html
Excelente, gracias por su valiosa aportación. -Joel de Puerto Rico
ResponderEliminarGracias a ti Joel por tu lectura. Un abrazo y mis mejores deseos para Puerto Rico.
ResponderEliminar