martes, 21 de enero de 2014

CIEN AÑOS DE SOLEDAD. Gabriel García Márquez


Título: CIEN AÑOS DE SOLEDAD
Autor: Gabriel García Márquez
Editorial: Debolsillo
Fecha: 2012
Páginas: 495
ISBN 978-84-9759-220-8
Cien años de soledad del escritor colombiano y Premio Nobel de Literatura en 1982, Gabriel García Márquez, se publicó por primera vez en Buenos Aires en 1967. Actualmente está considerada una obra maestra de la literatura hispanoamericana y universal y de hecho es una de las novelas más traducidas y leídas en español.  

Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Con este prometedor comienzo nos adentramos en el universo Macondo, desde su fundación por un grupo de familias encabezado por el imaginativo José Arcadio Buendía hasta su desolador declive, protagonizado por el último eslabón de la estirpe legendaria.
Es una novela densa y profunda con diversos niveles y estratos de lecturas paralelas en la que asistimos a la prodigiosa historia de la familia Buendía a través de una trama rica y compleja donde los personajes, junto al desarrollo histórico y político de la aldea, sirven de eje para estructurar  la obra por medio de la narración hacia adelante y hacia atrás hasta configurar la escena completa de los hechos. Son frecuentes los adelantos de acontecimientos, a veces a través de presagios de ciertos personajes porque, como repite insistentemente Úrsula, uno de los personajes más atractivos y fundamentales de la obra, parece que el tiempo da vueltas en redondo.
La complejidad de la trama viene dada también por la gran cantidad de personajes y la repetición de nombres y caracteres psicológicos, por lo que resulta conveniente y útil  tener a mano un árbol genealógico que nos sirva de guía para no perdernos en el laberinto de historias que enriquecen la obra.
En Cien años de soledad  coexisten dos tipos de personajes, los excéntricos, fantasiosos, soñadores y aventureros, a los que Úrsula identifica con los llamados “José  Arcadios”,  y los más sosegados, tranquilos y lúcidos, los “Aurelianos”.  En cuanto a los personajes femeninos hay que decir que son geniales, destacando por encima de todos la ya citada Úrsula, la espina dorsal de la familia durante su larga existencia, la presencia sensata y lógica dentro del mundo desquiciado de los varones, la que tiene los pies en el suelo, la cuidadora y sostén de la unidad familiar;  también  están las sufridas esposas y  madres y hermanas , cada una de ellas con sus virtudes y sus manías y “ las otras”, las amantes Pilar Ternera y Petra Cotes que enriquecen la novela con su gran personalidad e inteligencia.  Por otro lado destaca  el omnipresente Melquíades que encarna los sueños y el progreso y que sobrevuela toda la obra con sus misteriosos pergaminos manuscritos,  origen y fundamento de la novela.
Como sabemos Cien años de soledad está considerada como el máximo exponente del realismo mágico, tendencia literaria donde lo fantástico, lo mágico y lo inexplicable se acepta sin más, como algo que no tiene explicación pero que forma parte también de la realidad, de lo cotidiano. Así asistimos a episodios levíticos de personajes como el padre Nicanor o Remedios la Bella que ascendió a los cielos a la vista de todos, o a la desaparición o cambios de lugar de objetos dentro de la casa, o a las apariciones de muertos que conviven en armonía con los vivos, entre otros hechos milagrosos.
Otro de los aspectos que enriquecen la novela es la diversidad temática. Hallamos entre sus páginas proyectos y sueños delirantes, utopía, magia, incesto, amor pasional, sequías y un gran diluvio, guerra, censura política, represión, sindicalismo, una epidemia de insomnio, orgullo, poligamia, premoniciones, presagios que se presentaban de pronto, en una ráfaga de lucidez sobrenatural, como una convicción absoluta y momentánea, pero inasible,  la soledad del poder,  la embriaguez del poder empezó a descomponerse en ráfagas de desazón. [El coronel Aureliano Buendía] extraviado en la soledad de su inmenso poder, empezó a perder el rumbo. […] Se sintió disperso, repetido, y más solitario que nunca. Había tenido que promover treinta y dos guerras, y había tenido que violar todos sus pactos con la muerte y revolcarse como un cerdo en el muladar de la gloria, para descubrir con casi cuarenta años de retraso los privilegios de la simplicidad.
En definitiva, las palabras se quedan cortas para expresar la riqueza que encierra esta exuberante novela caracterizada por su riqueza estilística pero también argumental, lingüística y visual, donde proliferan la hipérbole, los símbolos y las imágenes para conformar todo un mundo mágico, prodigioso e inexplicable que hace de Cien años de soledad una novela única y carismática de sorprendente belleza que transporta al lector a otro mundo, al inolvidable y mítico Macondo y su soledad centenaria.
Notas
. El texto en cursiva es extraído literalmente de la novela
. Lectura compartida con el club de lectura Camino Viejo 
. Leí esta novela por primera vez siendo muy joven y me sorprendió en el sentido de que me parecía rara, distinta y también triste. Ahora he vuelto a leerla gracias a la propuesta del club de lectura y he podido vislumbrar muchos matices que antes pasaron desapercibidos y mi valoración ha ganado muuuuuchos puntos. 

jueves, 2 de enero de 2014

¡¿Y PARA QUÉ SIRVE UN LIBRO?! Alfredo Gómez Cerdá


Título: ¡¿Y PARA QUÉ SIRVE UN LIBRO?!
Autor: Alfredo Gómez Cerdá
Editorial: SM
Fecha: 2011
Páginas: 135
ISBN 978-84-675-4812-9
En el preámbulo podemos leer:
Pero… ¡¿y para qué sirve un libro?! La mayor parte de las veces, el libro es introducido en una especie de abertura, entre otros libros, sobre un largo estante, donde permanecerá el resto de su vida, acumulando polvo y olvido. Pero, por fortuna, no siempre ocurre esto. Un libro no solo sirve como adorno en un mueble librería. Prueba de ello son las doce historias que vienen a continuación.
Efectivamente son doce relatos breves independientes pero a su vez unidos por el hilo conductor de la utilidad peregrina y azarosa que se le puede dar a un libro. En cada uno de dichos relatos el autor nos cuenta una historia sencilla desde un punto de vista humorístico y desenfadado. En conjunto es una lectura caracterizada por la creatividad y la frescura narrativa que el autor ha sabido imprimir a cada una de las anécdotas que recorren las páginas de este bonito libro.
Destacan las situaciones imprevisibles e imaginativas y sobre todo los finales sorprendentes e inesperados a veces. En muchos de los relatos  juega un papel decisivo la casualidad, el azar o la suerte.
A primera vista y dada la trayectoria literaria de Alfredo Gómez Cerdá, ¡¿Y para qué sirve un libro?! cabría catalogarlo como literatura infantil y juvenil, pero no es sólo un libro para ese sector, que también, sino que se adapta perfectamente a los gustos del lector adulto que es el que sabrá sacarle más partido a la esencia de cada relato.
¡¿Y para qué sirve un libro?! es una lectura ligera con un estilo muy atractivo, ameno y fresco que proporciona al conjunto un tono divertido e irónico y que además se lee en un rato, por lo que es recomendable para  lectores de cualquier edad.