lunes, 28 de enero de 2013

LOS PECES NO CIERRAN LOS OJOS. Erri De Luca


El autor y protagonista rememora su experiencia vital durante unas vacaciones de verano en una isla cerca de Nápoles cuando él tenía diez años: me arrimo a través de la escritura a mi yo de hace cincuenta años, para un jubileo privado mío. Nos relata dicha experiencia desde el presente, en primera persona,  desde un punto de vista actual, pero a la vez desde fuera, lejos ya de los acontecimientos y sin nostalgia.

En la narración hay saltos en el tiempo, vaivenes de la memoria y a menudo el autor deja en suspenso una escena de aquella infancia para exponer sus pensamientos de ahora, del momento en el que escribe y luego vuelve al pasado para retomar lo que estaba contando. Con estas intrusiones autobiográficas del protagonista adulto nos enteramos de que en su juventud participó en las revueltas juveniles y sufrió las cargas policiales, que trabajó duramente como obrero en una fábrica textil, que estuvo presente en la guerra de los Balcanes con acciones de ayuda humanitaria, que aprendió idiomas de forma autodidacta, que lee la Biblia y otros datos  de su biografía que esboza  al rememorar a aquel niño que ahora le parece un extraño, ajeno a él: no puedo reconocerme en ese niño que no se defiende, aquel niño de diez años queda ahora fuera de mi alcance. Puedo escribir sobre él, no conocerlo.

Y es que a través de esta novela el autor consigue convertir sus vivencias reales en literatura de la mejor calidad, con un lenguaje cuidado que emana belleza y elegancia. La historia está narrada con una prosa muy cercana a la poesía, que nos sumerge en un mundo de sutilezas y en los delicados sentimientos de un niño que está empezando a abandonar la infancia y a adentrarse en el mundo extraño de los adultos. Asistimos al primer acercamiento del protagonista al significado de  palabras tan importantes como amor y justicia. Pero el niño no está solo en este aprendizaje, se deja llevar por una amiga de la que ni siquiera recuerda su nombre, a la que llama “la chica del norte”. Es ella la que lo conduce de la mano hacia una nueva visión de la realidad y la que lo adentra en sentimientos aún contradictorios para él. Así, por ejemplo el niño posee una concepción de justicia propia, muy particular, la concibe libre de odios y venganzas pues considera, con toda la razón, que estos sentimientos son incapaces de reparar las injusticias.

Es una novela muy bien escrita que deleitará a los lectores que sepan apreciar la belleza del lenguaje y su capacidad para transmitir sensibilidad.

 

viernes, 25 de enero de 2013

LO QUE VALE UNA VIDA. Rafael Juárez

 


Poema que da título a la publicación:



Estoy en esa edad en la que un hombre quiere,
 

por encima de todo ser feliz, cada día.

Y al júbilo prefiere la callada alegría

y a la pasión que mata, la renuncia que hiere.


Vivir entre las cosas, mientras que el tiempo pasa 
 


-cada vez menos tiempo para las mismas cosas-

y elegir las que valen una vida: las rosas

y los libros de versos, y el viaje la casa.


Hasta ahora he vivido perdido en el mañana


-seré, seré, decía- o en el pasado-he sido

o pude ser, pensaba- y el mundo se me iba.


Ahora estoy en la edad en la que una ventana


es cualquier aventura, y un regalo el olvido.

Ya no quiero más luz que tu luz mientras viva.













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CINCUENTA SOMBRAS DE GREY. E.L. James


Al final venció mi caprichosa curiosidad y caí en la tentación de leer Cincuenta sombras de Grey. Me facilitaron la decisión dos hechos:

1. Me pasaron una descarga gratuita para el libro electrónico.
2.  Me sorprendió el número tan elevado de usuarios de la biblioteca (hombres y mujeres) que esperaban en la lista de reserva para leer la novela y tanteando un poco  las opiniones de los lectores vi que en general les gustaba y que la mayor parte de ellos pensaba  leer la trilogía completa.
Bueno, pues ya la he leído y he de dar mi enhorabuena al éxito del mundo del marketing editorial que ha sabido situar esta trilogía en los primeros puestos de los más vendidos gracias a la supercampaña promocional que no a la calidad de la novela, como en casi todos los casos de superventas.
Ahora paso a exponer mi opinión:
Cincuenta sombras de Grey es básicamente una historia de amor y sexo, cuyo argumento reproduce bastante fielmente el esquema de  los cuentos clásicos donde un príncipe azul rescata a la pobre e indefensa cenicienta. Conforme pasaba las páginas me venía a la cabeza la película Pretty woman: mujer indefensa y pobre encuentra rico y guapo que la deslumbra, la maneja y le descubre un mundo nuevo y alucinante para ella.

El todopoderoso Grey además de ser rico, seductor y atractivo es enigmático  y marcado (física y psíquicamente) por un pasado misterioso lleno de sombras (de ahí el título) que despierta el lado maternal y solidario de Anastasia.
La joven e inexperta Anastasia también es una chica guapa (en este tipo de cuentos las feas no tienen cabida a no ser que sean  malvadas o brujas), inocente, virgen, inexperta e inteligente en principio pero, ¡ay! pobrecita, cae rendida a los pies del caballero oscuro (calificativo literal en el texto) deslumbrada por el lujo y el poderío que Grey exhibe ante sus ojos.
Esta es la cara bonita del cuento, pero hay otra visión soterrada que nos muestra a un protagonista controlador, posesivo, acosador a más no poder, arrogante, celoso, machista y chulo por la parte masculina y a una mujer ingenua, insegura y dominada por la pasión, el deseo y la duda interior.  
En Anastasia se debate el eterno dilema pasión versus razón, luchan en su interior lo que ella cansinamente llama la diosa que llevo dentro, que no es otra cosa que su autoestima cuando está en el nivel más elevado, su optimismo y su yo triunfador contra su subconsciente siempre alerta a los peligros, prudente, razonable, pesimista y sarcástico, como se aprecia en las siguientes citas  extraídas del texto:
 “Mi cabeza se rebela tanto como mi cuerpo se muere de deseo”
Mi subconsciente está poniendo otra vez cara del grito de Munch”
 ¿Tan increíble es que yo haya atraído a un hombre? ¿A este hombre? Pues sí, francamente, tú míralo bien, me suelta mi subconsciente. ¡Oh, cállate! ¿Quién te ha dado vela en este entierro?
Lo único positivo y atractivo de la obra es su alto contenido de erotismo y de sexo  explícito con dosis de sadomasoquismo controlado, no extremo ni demasiado violento, tengamos en cuenta que la autora y el marketing pretenden llegar a todo tipo de lectores, sobre todo mujeres que, según dicen, son mayoría en consumo de libros como producto cultural.  Aunque también creo que las escenas eróticas son repetitivas y al final cansan por lo predecibles que resultan.
En cuanto al lenguaje utilizado yo diría que es simple y vulgar con abundancia de frases hechas y expresiones repetidas. Los protagonistas no dejan de fruncir el ceño, poner los ojos en blanco o, en el caso de Anastasia, morderse el labio inferior.
Mi opinión sobre la novela es negativa en general por muchos motivos, uno de ellos es porque perpetúa el conformismo ante conductas totalmente intolerables fuera del ámbito sexual (donde sí creo que debe haber absoluta libertad), hablo de celos, control de una persona sobre otra, afán posesivo, acoso, Grey es un auténtico acosador además de arrogante y chulo. Y toda esa basura se pretende suavizar y justificar con la excusa de la compasión hacia el niño maltratado en su infancia, ¡eso ya está muy visto, señora E. L. James!
En fin que Cincuenta sombras de Grey me ha parecido una novela fácil, simple, repetitiva, previsible  y repleta de tópicos y clichés y de ahí su éxito precisamente. Se nos presenta una historia monótona, lineal, sin altibajos ni sorpresas en su trama, sin profundidad en su contenido.  Como obra literaria carece totalmente de interés, a esto no se le puede llamar literatura, es solo entretenimiento barato que, por otra parte, también es bienvenido y hasta necesario a veces.
Como se deduce claramente de mi opinión no voy a leer los dos siguiente tochos. ¡Ay! ¡qué ganas de leer literatura de calidad!

 




lunes, 21 de enero de 2013

LA ASESINA DE LOS OJOS BONDADOSOS. Felisa Moreno Ortega


En La asesina de los ojos bondadosos  se entrecruzan retazos de historias de los distintos personajes que giran en torno a las dos protagonistas principales, Severina, la mujer acusada de un horrible crimen cometido en un pequeño pueblo de la provincia de Jaén y Raquel, una joven reportera deseosa de alcanzar el éxito en su, hasta ahora, monótona y anónima carrera laboral.

Raquel en su viaje de investigación profundiza en los motivos más íntimos de una mujer misteriosa y extraña e indirectamente se redescubre a sí misma, se enfrenta a su pasado, lo asume y se libera de sus ataduras emocionales para emerger como un  nueva mujer más fuerte, más segura, más ella misma.

A través de las páginas de la novela el lector va descubriendo que es necesario limpiar concienzudamente la imagen exterior de los hechos para que salga a relucir la verdad, oculta por las impurezas de lo aparente; que es preciso escarbar en lo más hondo de las personas para descubrir los motivos por los que actúan de una determinada manera. Que no siempre todo es lo que parece.  Y en relación con esta idea es genial el  paralelismo establecido por Felisa entre la abuela Martirio y Severina, dos mujeres valientes que, cada una a su modo, ha tomado decisiones acertadas o no, pero propias. Se vislumbra así en el desarrollo de la trama un juego muy atractivo entre inocencia y culpabilidad.

Sin embargo para ser sincera he de decir que en mi opinión el caso del asesinato, que es el plato fuerte y prometedor de la narración en principio, se diluye demasiado en la historia personal de Raquel, mucho menos atractiva que la de la asesina y que sin embargo adquiere casi todo el protagonismo en la parte central de la obra, quedando la historia de Severina un poco sosa y decepcionante al final. Me hubiera gustado más profundidad y complejidad en el personaje central que sólo vuelve a tomar fuerza  ya en el desenlace.  

 En general me ha parecido una buena novela, con un estilo narrativo fluido y ágil, sin grandes pretensiones ni florituras estilísticas. Destacaría que es una obra de sencilla y agradable lectura donde Felisa no sólo ha sabido atrapar la atención del lector desde el principio sino que además consigue mantener el suspense hasta el final gracias a una historia bien contada a través de un manejo certero del lenguaje utilizado en los diálogos y descripciones de la novela.

Recomendable, por supuesto. 
La asesina de los ojos bondadosos fue galardonada con el XVII premio de literatura para escritores noveles de la Diputación de Jaén en 2007 y ha sido leída y comentada por los miembros del Club de lectura de Torredelcampo en este mes de enero de 2013.


 

 

sábado, 5 de enero de 2013

EL CORAZÓN DE LAS TINIEBLAS. Joseph Conrad


El corazón de las tinieblas es la historia de un sorprendente viaje a lo más profundo y salvaje de la selva africana, a la vez que representa un intento de acercamiento al alma humana y a su capacidad de adaptación a la barbarie.  La historia se nos presenta a través de dos voces intermedias entre el autor  y los lectores, un narrador anónimo y Marlow, el primero  nos cuenta lo que él escuchó por boca del segundo, un marino curtido por la experiencia que habla como personaje central  de la aventura africana.
 
Joseph Conrad declaró que su objetivo al publicar esta obra era  “la criminalización de la ineficiencia y del puro egoísmo en la obra civilizadora de África” pero fue mucho más allá pues El corazón de las tinieblas representa una inmersión en el horror del colonialismo, la parte más  oscura y no contada por los invasores que expoliaron y explotaron los recursos naturales y también humanos de la zona, sin ningún tipo de remordimiento.

Conrad se expresa así en cierto pasaje refiriéndose a los nativos:

 Ni siquiera con el mayor esfuerzo de la imaginación podría llamarse enemigos a aquellos hombres. Se les llamaba criminales, pero la ley que habían violado, al igual que los explosivos, había llegado, como un misterio insondable, del otro lado del mar. Y más adelante No eran enemigos, ni criminales, no pertenecían ya a esta tierra, no eran más que negras sombras, víctimas del hambre y la enfermedad.

Me ha parecido una obra magistral, muy bien escrita y mejor ambientada. El autor consigue una simbiosis perfecta entre la forma y el contenido. Destacaría su riqueza narrativa a través de una prosa y un vocabulario preciso y rico, con abundancia de adjetivos muy descriptivos que consiguen la excelente ambientación de la novela, el lenguaje contribuye a sumergir al lector en el horror de la oscuridad, de las tinieblas, de la paciente  e inquietante selva como  Conrad la califica en varias ocasiones. Una muestra de dicha riqueza narrativa:

Remontar aquel río era como viajar hacia los orígenes del mundo, cuando la vegetación dominaba la tierra y los grandes árboles eran los reyes. El río desierto, un gran silencio, la selva impenetrable. El aire era cálido, denso, pesado, indolente. […] Sin embargo, aquélla no era una calma pacífica. Era la calma de una fuerza implacable que se cernía sobre nosotros con indescifrable intención, y nos observaba con aire vengativo.

No es una novela del gusto de lectores que buscan sencillez  y  mera distracción, “lectores juveniles” como los llama Emili Teixidor en La lectura y la vida,  juveniles en el sentido de  lectores poco o nada exigentes que no están dispuestos a reflexionar demasiado sobre lo leído, que se quedan en la superficie de una historia simple y vulgar.

Sin embargo estamos ante una obra muy recomendable para aquellos lectores más exigentes y más experimentados que saben apreciar la belleza del arte de  la narración, la belleza de las palabras y del lenguaje bien utilizado, que buscan profundidad, enriquecimiento intelectual y preguntas más que respuestas en los libros que leen.