sábado, 14 de abril de 2018

KIM. Rudyard Kipling

Título: KIM
Autor: Rudyard Kipling
Edición e introducción: Edward W. Said
Traducción: Verónica Canales
Editorial: Mondadori
Colección: Grandes clásicos
Fecha: 2006 (1901)
Páginas: 445
ISBN 978-84-397-2019-5

Kim es un joven huérfano de padre irlandés que vive en la India en la época colonial británica. Siendo un niño se encuentra con un viejo lama tibetano que está recorriendo el país buscando un río y él se ofrece a acompañarle.

Ambos personajes recorren diversas ciudades y conocerán una infinidad de personas en su camino. Gracias al desparpajo y habilidad del chico casi siempre salen bien parados de las aventuras que se les presentan. Kim es joven y despierto mientras que el viejo es un poco infantil y temeroso por lo que ambos se complementan muy bien, tanto, que al final es verdadero amor y admiración lo que siente el uno por el otro.

Pero por debajo de este viaje iniciático para el chico y de búsqueda de la verdad para el lama, subyace un tema mucho más serio y peligroso como es el del espionaje en favor de la corona británica en la India. Un mundo en el que el joven protagonista se ve involucrado al principio y al que al final se siente orgulloso de pertenecer.

En esta novela de Rudyard Kipling, más conocido como poeta y sobre todo por El libro de la selva, el lector se sumerge en la India de las castas, la espiritualidad y la variopinta diversidad humana que deambula por sus calles a comienzos del siglo XX. El autor consigue trasladarnos a la India colonial a través de una prosa colorida y salpicada de nombres exóticos y lugares sorprendentes.

Sin embargo he de decir que la lectura de esta alabada obra no ha despertado en mí el interés esperado según las buenas críticas que cosecha. Además me ha parecido ardua la introducción y un poco latoso el continuo ir y venir a las últimas páginas en busca de aclaraciones a la gran cantidad de citas, muchas de ellas  topográficas, que salpican la novela y que a fin de cuentas tampoco aportan mucho a su comprensión.

También es cierto que una vez acabada la lectura de la obra, y ya con una visión general, mi admiración y estima hacia esta ha aumentado considerablemente.