Autor: Edgar Allan Poe (1809 - 1849)
Edición: José Ramón Díaz Gijón
Ilustraciones: Ariette Imbert
Traducción: Biblioteca Nueva
Editorial: Biblioteca Nueva
Colección: Biblioteca Nueva de aventuras, 7
Fecha: 2009
Páginas: 176
ISBN 978-84-9742-943-6
El libro recoge una
selección de cuentos de terror del escritor, poeta, crítico y periodista norteamericano
Edgar Allan Poe, reconocido como uno de los más significativos autores de
relato corto que consiguió elevar el género a la categoría de arte literario.
Esta edición contiene los
siguientes cuentos:
. El gato negro
. El pozo y el péndulo
. Berenice
. Manuscrito hallado en una botella
. Un descenso al Maelström
. El tonel amontillado
. El corazón delator
. Los hechos en el caso del señor Valdemar
. El pozo y el péndulo
. Berenice
. Manuscrito hallado en una botella
. Un descenso al Maelström
. El tonel amontillado
. El corazón delator
. Los hechos en el caso del señor Valdemar
Entre todos ellos destaca el
primero, que por sí solo ya nos da una idea de la maestría narrativa del autor.
Por algo es el más conocido. En El gato
negro asistimos a un misterioso retrato psicológico del protagonista y a la vez narrador de la
historia, que nos cuenta en primera persona la transmutación progresiva de su
carácter y personalidad debido a un problema de alcoholismo que lo conduce a una
situación insostenible en la relación con su esposa y con su gato Plutón
primero, y un sustituto de éste, después.
Los sentimientos del
protagonista evolucionan desde el amor incondicional hasta el odio, pasando por
la irritabilidad, la perversidad, la repugnancia y el temor sin que él pueda
hacer nada por evitarlo e incluso siendo él mismo el primer sorprendido.
Fue como si mi alma original hubiera
abandonado de pronto mi cuerpo y una maldad más que diabólica, saturada de
ginebra, estremeció cada una de las fibras de mi ser. Del bolsillo del chaleco
saqué un cortaplumas, lo abrí, sujeté al pobre animal por la garganta y,
deliberadamente, le saqué un ojo. Siento vergüenza, me abraso, tiemblo mientras
escribo tan execrable atrocidad. (pág. 31)
Los ocho relatos contenidos
en el libro tienen en común el misterio, la intriga y un trasfondo macabro e
inquietante. Aparecen en ellos temas
como el enigma de la muerte, la hipnosis (Los
hechos en el caso del señor Valdemar), la obsesión por la necrofilia y el
fetichismo (que es el caso de Egaeus, el
protagonista de Berenice), el terror
psicológico (El pozo y el péndulo),
los fenómenos paranormales (Manuscrito hallado en una botella), el miedo a lo
desconocido (Un descenso al Maelstöm), la venganza y la claustrofobia (El tonel
amontillado) o el sentimiento opresivo de la culpabilidad (El corazón delator).
Todos entran dentro de la
categoría del llamado relato gótico, muy apreciado por el Romanticismo de la
época del escritor, movimiento cultural caracterizado también por la recreación
de ambientes melancólicos y fantasiosos.
Allan Poe consigue desde
luego mantener el interés y despertar la curiosidad del lector que asiste
expectante al desarrollo de los acontecimientos con un deseo inminente de
conocer el desenlace de cada uno de estos misteriosos casos que rozan el
delirio y la enajenación mental.
En los cuentos de terror de
Poe destacan la intensidad narrativa y el pulso psicológico que apunta directamente
al campo de las emociones. El autor es un maestro en la creación de una
atmósfera opresiva y sin salida que atrapa y envuelve al lector en el interior
mismo del relato, haciéndolo partícipe de la angustia asfixiante del personaje.
Los cuentos están escritos
en primera persona con lo que se consigue un efecto de cercanía e intimidad.
Además el escritor utiliza aquí el estilo directo, va al grano, al centro del
relato, a la esencia de los hechos, sin distracciones, sin adornos, como podemos
comprobar en estas dos líneas:
Liberé mi brazo de su mano y le hundí el hacha en la
cabeza. Cayó muerta a mis pies sin un solo quejido. (
pág. 38)
Sin lugar a dudas es ésta
una colección de relatos más que recomendable para conocer el género de la mano
de uno de sus más prestigiosos representantes.
Por algún lado lo debo tener,a ver si lo encuentro...
ResponderEliminarBesos!
Merece la pena. Besos
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