lunes, 5 de marzo de 2012

MUÑECAS VIVIENTES: el regreso del sexismo. Natasha Walter

                                                                     
En este ensayo se analiza la evidencia de un cierto retroceso en la liberalización femenina relacionado con una creciente ola de hipersexualización de la cultura actual, que presiona a las mujeres a venderse como objetos de deseo en nombre de la emancipación y la libertad.
En pleno siglo XXI y con la excusa de la libre elección muchas mujeres caen en la trampa de la industria del sexo pensada y orquestada desde el punto de vista masculino y que de nuevo somete a la mujer a situaciones degradantes en su condición de ser humano. Esa libre elección en la mayoría de los casos no es tal, sino que es fruto de la no emancipación y de la necesidad económica y social.
Cada vez hay más jóvenes que consideran que es un acto de libertad, además de muy chic, el dedicarse laboralmente al mundo de la noche, a bailar medio desnudas pegadas a una barra ante un público vulgar y vociferante, dedicadas a servir copas para lo que es imprescindible un generoso escote que permita lucir el pecho siliconado. ¿Pero es eso realmente lo que libera a la mujer?
Es difícil que hoy las jóvenes se incorporen a la vida pública sin que se les juzgue más por su aspecto físico que por su competencia y capacidad.
Todo ello anima a muchas mujeres a pensar que la explotación de su cuerpo es una salida profesional a la que aspirar, que las acercará a la fama y al éxito.
Y  lo más peligroso de esta tendencia es que extiende sus hilos hasta el mundo infantil, pues el mercado del juguete está plagado de muñecas esqueléticas, vestidas y maquilladas como actrices porno, que se convierten en  modelos a imitar por nuestras niñas.

2 comentarios:

  1. Muy inteligente observación, hace rato que me doy cuenta de lo mismo....esto es una crisis profunda....

    Saludos,

    Sofía

    ResponderEliminar
  2. Sí Zadquiel, es más profunda de lo que parece a simple vista. Un abrazo.

    ResponderEliminar