Extraído de “Guía práctica para hacer hijos lectores” de Joan Carles Girbés
1.
Cuando
empiecen a leer en voz alta, interrúmpelos constantemente para
marcarles sus errores. A ti también se te quitarían las ganas de seguir
leyendo.
2. Oblígales a leer. Nada más
eficiente que una simple palabra, “lee”, para conseguir el efecto contrario.
3. Menosprecia sus gustos y no
respetes su criterio. ¿Qué es mejor, que lean lo que les gusta o que no lean?
4. Imponles lecturas. Esa
novela que tanto te gustó a su edad no tiene por qué ser de su agrado.
5. Pídeles que te hagan un resumen. No dejes
que asocien los libros con los deberes.
6. Controla todo lo que leen.
Interesarse no significa examinarlos e interrogarlos.
7. Recuérdales los beneficios de leer. “Los
niños que leen sacan mejores notas, como tu amigo”… y el chaval perdió las ganas
de leer y tomó manía al amigo.
8. Relaciona los libros sólo con los deberes. Un libro
no ha de ser solo un instrumento para aprender cosas.
9. Castígalos sin tele por no leer. Convirtamos
la tele en nuestro aliado: ¿cuántas películas infantiles se basan en libros?
10.
Exígeles
lecturas inadecuadas. No por ser bueno y correcto es adecuado a su edad
o estado madurativo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario