Título: CARRETERAS SECUNDARIAS
Autor: Ignacio Martínez de Pisón
Editorial: Anagrama
Colección: Compactos, 237
Fecha: 1996
Páginas: 255
ISBN 84-339-6668-5
El argumento de Carreteras secundarias se mueve en el
terreno de las relaciones paterno filiales, tema bastante común en la historia
de la Literatura. Concretamente
conoceremos los entresijos de la relación entre Felipe y su padre, pero lo haremos de una
manera bastante peculiar, a través de la mirada del adolescente que nos cuenta
en primera persona su versión de los hechos, en principio sesgada y parcial,
para hacerse más real y fiel conforme avanza la historia.
Los dos personajes
principales retratan perfectamente y de forma creíble a dos seres humanos con
sus claros y sus sombras lo que consigue dotar a la novela de realismo y
credibilidad.
Felipe es un chico esquivo,
un poco rebelde, pero en el fondo siempre alerta, que observa a su padre y a él
mismo sin hacerse demasiadas preguntas, con indiferencia incluso. El padre resulta un hombre reservado y enigmático
que se ve obligado a llevar, junto a su hijo y a su pesar, una vida errante,
viajando constantemente de un sitio a otro sin una meta fija, viviendo al día y
amoldándose a las circunstancias.
Son dos personajes muy
diferentes a primera vista siendo uno de los aspectos más interesantes de la
novela el proceso de adaptación y simbiosis que se va generando entre ellos a
medida que el joven madura y es capaz de reconstruir, conocer y comprender la realidad.
En la obra subyace un
interesante juego de imágenes e identidades sobre todo en el personaje del
padre, que aspira a dar una imagen que no es la real, que se ve presionado por
el orgullo y las apariencias. Y es precisamente cuando consigue deshacerse de
esa falsa identidad cuando aparece la empatía y la ternura tanto en el hijo
como en el lector.
Los dos protagonistas llenan
la novela con su fuerza manteniendo a los personajes secundarios un poco al
margen. Eso no significa que no sean importantes, que lo son, pero solo en la
medida en que tocan tangencialmente, al menos en apariencia, a ambos. Destacan
Estrella, el amor eterno del padre y Miranda que simboliza el despertar de
Felipe al amor y al sexo. Pero tanto el padre como el hijo saben que en el
fondo están solos, sin familia, sin amigos, cada uno encerrado en su mundo y
sus problemas.
La historia está ambientada
en el año 1974. Con unas simples pinceladas como las marcas de los coches, las
manifestaciones clandestinas o las modas de la época, el autor ha sabido
reflejar las características de ese momento de transición política.
Como ya hemos dicho la
novela está escrita en primera persona por el hijo, que se dirige a los
lectores de forma directa y con continuas alusiones como: El cuándo os lo diré enseguida […] os aseguro que no dejará de sorprenderos (p. 132); Imagino
lo que estáis pensando (p. 178); ¿Qué
más queréis que os cuente? (p. 213). Mediante esta técnica el autor
consigue además una intimidad amistosa, un acercamiento casi confidencial entre
narrador y lector a través del cual ambos van de la mano, tanteando hacia el
desenlace final.
La novela comienza de forma
tranquila y lenta mostrando dos mundos paralelos que no llegan a tocarse, el
del adulto y del adolescente para, en la
segunda mitad, coger fuerza y profundidad adentrándose en la interacción de los
personajes y la explicación de los hechos.
Carreteras
secundarias es una gran novela, con una trama bien
elaborada, un vocabulario sencillo y coloquial, una prosa ágil y amena, unos
personajes bien logrados y un buen final. Todos esos ingredientes juntos
consiguen mantener la tensión narrativa y atrapar así la atención del lector que
no puede dejar de leer hasta llegar al sorprendente y conmovedor final.
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La película basada en la novela homónima, dirigida por Emilio Martínez Lázaro y adaptada al cine por el mismo escritor, Ignacio Martínez de Pisón, refleja bastante fielmente el contenido del libro y también merece la pena.
La película se estrenó en 1997 y sus actores principales son : Antonio Resines, Miriam Díaz Aroca, Fernando Ramallo y Maribel Verdú.
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La película basada en la novela homónima, dirigida por Emilio Martínez Lázaro y adaptada al cine por el mismo escritor, Ignacio Martínez de Pisón, refleja bastante fielmente el contenido del libro y también merece la pena.
La película se estrenó en 1997 y sus actores principales son : Antonio Resines, Miriam Díaz Aroca, Fernando Ramallo y Maribel Verdú.
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