lunes, 1 de junio de 2015

LITUMA EN LOS ANDES. Mario Vargas Llosa


Título: LITUMA EN LOS ANDES
Autor: Mario Vargas Llosa
Editorial: Planeta
Colección: Premio Planeta
Fecha: 1993
Páginas: 312
ISBN 84-08-03183-X

El cabo Lituma y su adjunto, el guardia Tomás Carreño, han sido destinados a Naccos, un antiguo campamento minero en las montañas andinas de Perú, ahora poblado por trabajadores cuya misión es construir una carretera, no solo bajo la amenaza de las frecuentes catástrofes naturales de la zona, sobre todo de los huaycos o brutales desprendimientos de tierra desde las alturas de los Andes, sino también atemorizados por los más que probables asaltos violentos de Sendero Luminoso.
Lituma en los Andes es desde luego una magnífica novela con una trama perfectamente entretejida de varias historias que se entreveran unas con otras. La principal es la que trata el tema de unas extrañas desapariciones de personas que están ocurriendo en Naccos y que Lituma y Tomás intentan investigar, sin mucho éxito al principio debido al  silencio y la cerrazón de los habitantes del lugar.  Y luego está la historia de amor entre el guardia y Mercedes, historia que Tomás va desgranando poco a poco en forma de confidencias nocturnas al cabo (lo que en cierto modo recuerda al cuento de las mil y una noches) y que sirve de contrapunto a la intriga y al misterio de las desapariciones, aportando a la novela una emotiva y humana sencillez en medio de tanta brutalidad.
La novela se desenvuelve en un ambiente de desconfianza y recelo  marcado por la superstición y el oscurantismo donde la única vía de escape es el consumo de alcohol en la taberna regentada por Dionisio (cuyo nombre evoca efectivamente al dios del vino) y su mujer doña Adriana.
Y enlazando con estos dos enigmáticos personajes hay que decir que en el trasfondo de la novela se pueden apreciar las referencias a la mitología griega por un lado (la leyenda de Ariadna que se enamora de Teseo y lo ayuda a salir del laberinto, tras matar éste al Minotauro, y su posterior relación con Dionisio cuando es abandonada por Teseo en la isla griega de Naxos) y a las creencias y leyendas locales por otro (pishtacos o  asaltadores de caminos que extraen las entrañas de las personas,  mukis o demonios de las minas y sobre todo los apus o dioses imaginarios, señores de los Andes).
Esta novela de Mario Vargas Llosa nos sumerge en el interior del Perú, en el  corazón de los Andes, presentándonos un panorama donde reina la pobreza, el analfabetismo, el atraso cultural, la soledad y el desamparo de las gentes del campo que luchan por la supervivencia en unas durísimas condiciones,  siempre bajo la amenaza de la violencia provocada tanto por la Naturaleza como por los hombres. Caldo de cultivo idóneo para que afloren los más primitivos instintos y para que las arraigadas creencias supersticiosas y anacrónicas campen a sus anchas.
La novela está narrada de forma magistral por el gran escritor peruano. Tanto en el contenido como en la forma los diferentes hilos narrativos se entremezclan y superponen, a veces en el mismo párrafo, sin previo aviso al lector y en perfecta armonía. Esta técnica, ya habitual en Vargas Llosa, para nada supone un obstáculo en la comprensión de lo relatado sino que por el contrario enriquece y mejora el estilo de la obra. Otra práctica habitual en el autor es la presencia del mismo personaje en varias de sus novelas, como es el caso del cabo Lituma en ésta.
Lituma en los Andes me ha parecido una excelente novela, profunda, sugestiva, de una gran belleza. Una novela de sobresaliente, de las que dejan huella, de las que hacen disfrutar de la Literatura con mayúsculas, como corresponde a un premio Nobel.

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