domingo, 19 de junio de 2016

EL ACCIONISTA MAYORITARIO. Petros Márkaris

Título: EL ACCIONISTA MAYORITARIO
Autor: Petros Márkaris
Traducción: Joaquím Gestí y Montserrat Franquesa
Editorial: Tusquets
Colección: Andanzas 650 / 4
Fecha: 2008
Páginas: 365
ISBN 978-84-8383-040-6

El accionista mayoritario es el quinto título de todos los que conforman una serie de novelas policíacas del escritor griego Petros Márkaris. Todas ellas están protagonizadas por el comisario Kostas Jaritos. Los otros títulos son:  Noticias de la noche, Defensa cerrada, Suicidio perfecto, Muerte en Estambul, Con el agua al cuello, Liquidación final, Pan, educación, libertad Hasta aquí hemos llegado.

En este caso el famoso comisario ha de enfrentarse a los que parecen ser terroristas que acaban de secuestrar el barco que se dirigía a la isla de Creta y en el que viajaba su única hija junto a su compañero sentimental.

Al mismo tiempo Jaritos ha de resolver unos extraños asesinatos cometidos contra  personas relacionadas con los medios de comunicación o más exactamente con el mundo de la publicidad.

Dos historias paralelas unidas en principio sólo por el hilo conductor del comisario en su doble faceta de detective y padre de familia. El autor consigue un buen retrato psicológico de este personaje singular del que destaca su lado humano con referencias continuas a sus gustos, sus debilidades, sus manías o sus conflictos interiores, con lo que lo hace más cercano al lector.  

Además resulta muy interesante el contexto en el que se sitúa la acción con referencias  al pasado histórico de Grecia y sus consecuencias en el presente donde no faltan  los personajes que añoran la dictadura y que salieron inmunes de sus crímenes atroces.

Otro aspecto a destacar es la mirada crítica a la sociedad griega en la actualidad con continuas apelaciones al deterioro de la ciudad y a la dejadez después de los Juegos Olímpicos de 2004, a la caótica circulación en Atenas, o a la idiosincrasia de los atenienses en general. Todo ello en un tono desenfadado y bien intercalado en la trama policíaca.

En la obra predomina la acción como en toda novela negra y está narrada en tiempo presente, pero con un estilo que se parece más al guión de cine que a la literatura propiamente dicha. Abundan las escenas repetitivas, los diálogos y las frases cortas sin redacción, con un estilo casi telegráfico a veces.

A pesar de que es una novela amena y entretenida que se lee fácilmente y tiene muchos aspectos positivos, no me he sentido atraída por la historia, no me ha resultado lo suficientemente atractiva. Ha habido momentos en que me aburría sobre todo por la repetición de escenas casi idénticas para la resolución de los casos, el informe forense, la visita a familiares, el resultado negativo de las pesquisas, hasta que es más bien el azar el que interviene en la resolución de los casos.

Una lectura recomendable sólo para los amantes del género y de las series policíacas. 

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