Autora: Margaret Atwood
Traducción: Elsa Mateo Blanco
Editorial: Salamandra
Colección: Narrativa
Fecha: 2017 (1985)
Páginas: 412
ISBN 978-84-9838-801-5
Una novela distópica, de ciencia
ficción, que narra la vida en un supuesto régimen totalitario en el que las
mujeres son sometidas y utilizadas con el único propósito de tener descendencia.
Una obra interesante y amena que nos mantiene en vilo durante toda la trama
hasta llegar a un desenlace misterioso. Me ha gustado y me ha hecho pasar
buenos momentos de lectura y de análisis de la realidad.
La sinopsis de la editorial
es la que sigue:
Amparándose
en la coartada del terrorismo islámico, unos políticos teócratas se hacen con
el poder y, como primera medida, suprimen la libertad de prensa y los derechos
de las mujeres. Esta trama, inquietante y oscura, que bien podría encontrarse en
cualquier obra actual, pertenece en realidad a esta novela escrita por Margaret
Atwood a principios de los ochenta, en la que la afamada autora canadiense
anticipó con llamativa premonición una amenaza latente en el mundo de hoy.
En
la República de Gilead, el cuerpo de Defred sólo sirve para procrear, tal como
imponen las férreas normas establecidas por la dictadura puritana que domina el
país. Si Defred se rebela —o si, aceptando colaborar a regañadientes, no es
capaz de concebir— le espera la muerte en ejecución pública o el destierro a
unas Colonias en las que sucumbirá a la polución de los residuos tóxicos. Así,
el régimen controla con mano de hierro hasta los más ínfimos detalles de la
vida de las mujeres: su alimentación, su indumentaria, incluso su actividad
sexual. Pero nadie, ni siquiera un gobierno despótico parapetado tras el
supuesto mandato de un dios todopoderoso, puede gobernar el pensamiento de una
persona. Y mucho menos su deseo.
Los
peligros inherentes a mezclar religión y política; el empeño de todo poder
absoluto en someter a las mujeres como paso conducente a sojuzgar a toda la
población; la fuerza incontenible del deseo como elemento transgresor: son tan
sólo una muestra de los temas que aborda este relato desgarrador, aderezado con
el sutil sarcasmo que constituye la seña de identidad de Margaret Atwood. Una
escritora universal que, con el paso del tiempo, no deja de asombrarnos con la
lucidez de sus ideas y la potencia de su prosa.
Mira que está de moda ahora esta mujer!
ResponderEliminarLo tengo pendiente =)
Besotes
Sí, en España recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 2008.
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