viernes, 25 de enero de 2013

CINCUENTA SOMBRAS DE GREY. E.L. James


Al final venció mi caprichosa curiosidad y caí en la tentación de leer Cincuenta sombras de Grey. Me facilitaron la decisión dos hechos:

1. Me pasaron una descarga gratuita para el libro electrónico.
2.  Me sorprendió el número tan elevado de usuarios de la biblioteca (hombres y mujeres) que esperaban en la lista de reserva para leer la novela y tanteando un poco  las opiniones de los lectores vi que en general les gustaba y que la mayor parte de ellos pensaba  leer la trilogía completa.
Bueno, pues ya la he leído y he de dar mi enhorabuena al éxito del mundo del marketing editorial que ha sabido situar esta trilogía en los primeros puestos de los más vendidos gracias a la supercampaña promocional que no a la calidad de la novela, como en casi todos los casos de superventas.
Ahora paso a exponer mi opinión:
Cincuenta sombras de Grey es básicamente una historia de amor y sexo, cuyo argumento reproduce bastante fielmente el esquema de  los cuentos clásicos donde un príncipe azul rescata a la pobre e indefensa cenicienta. Conforme pasaba las páginas me venía a la cabeza la película Pretty woman: mujer indefensa y pobre encuentra rico y guapo que la deslumbra, la maneja y le descubre un mundo nuevo y alucinante para ella.

El todopoderoso Grey además de ser rico, seductor y atractivo es enigmático  y marcado (física y psíquicamente) por un pasado misterioso lleno de sombras (de ahí el título) que despierta el lado maternal y solidario de Anastasia.
La joven e inexperta Anastasia también es una chica guapa (en este tipo de cuentos las feas no tienen cabida a no ser que sean  malvadas o brujas), inocente, virgen, inexperta e inteligente en principio pero, ¡ay! pobrecita, cae rendida a los pies del caballero oscuro (calificativo literal en el texto) deslumbrada por el lujo y el poderío que Grey exhibe ante sus ojos.
Esta es la cara bonita del cuento, pero hay otra visión soterrada que nos muestra a un protagonista controlador, posesivo, acosador a más no poder, arrogante, celoso, machista y chulo por la parte masculina y a una mujer ingenua, insegura y dominada por la pasión, el deseo y la duda interior.  
En Anastasia se debate el eterno dilema pasión versus razón, luchan en su interior lo que ella cansinamente llama la diosa que llevo dentro, que no es otra cosa que su autoestima cuando está en el nivel más elevado, su optimismo y su yo triunfador contra su subconsciente siempre alerta a los peligros, prudente, razonable, pesimista y sarcástico, como se aprecia en las siguientes citas  extraídas del texto:
 “Mi cabeza se rebela tanto como mi cuerpo se muere de deseo”
Mi subconsciente está poniendo otra vez cara del grito de Munch”
 ¿Tan increíble es que yo haya atraído a un hombre? ¿A este hombre? Pues sí, francamente, tú míralo bien, me suelta mi subconsciente. ¡Oh, cállate! ¿Quién te ha dado vela en este entierro?
Lo único positivo y atractivo de la obra es su alto contenido de erotismo y de sexo  explícito con dosis de sadomasoquismo controlado, no extremo ni demasiado violento, tengamos en cuenta que la autora y el marketing pretenden llegar a todo tipo de lectores, sobre todo mujeres que, según dicen, son mayoría en consumo de libros como producto cultural.  Aunque también creo que las escenas eróticas son repetitivas y al final cansan por lo predecibles que resultan.
En cuanto al lenguaje utilizado yo diría que es simple y vulgar con abundancia de frases hechas y expresiones repetidas. Los protagonistas no dejan de fruncir el ceño, poner los ojos en blanco o, en el caso de Anastasia, morderse el labio inferior.
Mi opinión sobre la novela es negativa en general por muchos motivos, uno de ellos es porque perpetúa el conformismo ante conductas totalmente intolerables fuera del ámbito sexual (donde sí creo que debe haber absoluta libertad), hablo de celos, control de una persona sobre otra, afán posesivo, acoso, Grey es un auténtico acosador además de arrogante y chulo. Y toda esa basura se pretende suavizar y justificar con la excusa de la compasión hacia el niño maltratado en su infancia, ¡eso ya está muy visto, señora E. L. James!
En fin que Cincuenta sombras de Grey me ha parecido una novela fácil, simple, repetitiva, previsible  y repleta de tópicos y clichés y de ahí su éxito precisamente. Se nos presenta una historia monótona, lineal, sin altibajos ni sorpresas en su trama, sin profundidad en su contenido.  Como obra literaria carece totalmente de interés, a esto no se le puede llamar literatura, es solo entretenimiento barato que, por otra parte, también es bienvenido y hasta necesario a veces.
Como se deduce claramente de mi opinión no voy a leer los dos siguiente tochos. ¡Ay! ¡qué ganas de leer literatura de calidad!

 




4 comentarios:

  1. Suscribo todo lo que comentas, también leí la primera parte por curiosidad, pero no podría con más. Tiene su punto erótico, pero de tan repetitivo, hasta pierde su efecto. En fin, a pesar de todo lo que lleva vendido, no me me hubiera gustado escribirla.

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  2. Pues entonces compartimos opinión, además del amor a la literatura.
    Un abrazo.

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  3. Hola Josefina, que bien lo expresas¡¡¡¡ estoy totalmente de acuerdo con todo lo expuesto en tu artículo. lo podemos publicar en facebook? nos encantaría. gracias. Inmaculada Puche editorial pezsapo.

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    1. Hola Inmaculada, vale, no tengo incoveniente en que lo pongas en facebook. Un saludo

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