Libro de poemas de José Mª
Valderrama Vega que abarca una gran variedad de temas como la amistad, el amor,
la naturaleza, la muerte, la violencia, el terrorismo, la juventud, el paso del tiempo, la pena de
muerte, la lealtad, la religión, Dios… y no falta el tema del flamenco y sus
distintos palos, en el que el autor es experto. También aparecen poemas
dedicados a distintos miembros de su familia y amigos, destacando los que
tratan de su padre, el cantaor de flamenco torrecampeño Juanito Valderrama.
En cuanto a la estructura del libro observamos dos partes
bien diferenciadas. En la primera, hallamos una recopilación de poemas frescos
y sencillos, que en muchos casos recuerdan la espontaneidad de la poesía de
Lorca o de Alberti. La segunda parte y más extensa está dedicada a los sonetos,
que en este caso llaman la atención por su medida métrica exacta, su forma
simétrica donde la longitud de un verso es exactamente igual a la de todos los
demás. Son sonetos con la típica composición de versos endecasílabos con rima
consonante. También resulta curioso que
el único criterio que rige el ordenamiento en que aparecen, sea el orden alfabético
de sus títulos.
En mi opinión algunos versos
resultan demasiado forzados, como ensamblados a presión en el ritmo de la composición
lo que resta frescura y libertad a muchos de los poemas en favor de la
exactitud y la simetría en la forma. Pero en general me ha parecido un buen
libro y sobre todo quiero expresar desde estas líneas mi admiración por los poetas sinceros, honestos
y valientes, pues sí, creo que hay que ser muy valiente para desnudar no el
cuerpo, sino el alma, ante un folio en blanco y ante los lectores. Esa entrega, por otro lado exigida por la
POESÍA, muestra que detrás de esos versos hay una buena persona que merece todo
mi agradecimiento y admiración.
Muchas gracias por tantos piropos inmerecidos. Ni siquiera me has dado la oportunidad de poder defenderme de tanta gentileza, Juani. Con los sonetos sólo he pretendido hacer lo que, hasta ahora, nadie habia realizado, conseguir la pura simetría. Me gustaría hablar contigo sobre el libro, pero no sé localizarte. Recibe mi más cordial saludo y amistad. El autor, José María Valderrama Vega.
ResponderEliminarEstimada amiga Josefina (no Juani), disculpa mi ya acostumbrado despiste y gracias de nuevo. José María Valderrama.
ResponderEliminarGracias a ti por tus palabras. Pertenezco al club de lectura Camino Viejo, y en él leímos tu libro y lo comentamos. Cuando quieras te puedes pasar por allí y serás muy bien recibido.Nos reunimos en la sala de lectura de la biblioteca los martes.
ResponderEliminarUn saludo
Me gusta Camino Viejo y su gente a rabiar. Aquel día de lectura del libro, a la que fui por supuesto invitado, no pude asistir por motivos de salud. El soneto ha sido siempre un reto para mí, porque pienso que quien domina esta estrofa puede escribir lo que le venga en gana, quedando claro que, para mi desgracia, no soy un Garcilaso de la Vega ni nada que se le parezca. Para conseguir la simetría en los sonetos, es cierto que algunas palabras parecen (y lo son) rebuscadas, pero existen. Cuando yo leí a Don Miguel Hernandez aquello de "Umbrío por la pena, casi bruno", tuve que mirar el diccionario y aprendí qué significaba bruno. Entonces llegué a comprender que el léxico o vocablo que te obliga, es el mismo que te enriquece después. Cúantas veces nos habremos reído de quien decía murciégalo, y no murciélago. Pues bien, la acepción buena es, precisamente, la de la risa (ratón que no ve o ciego). La comparación que haces de mis versos con el estilo de los de Lorca y Alberti, ya es motivo más que suficiente para besarte las manos, pero como apreciarás también cultivo la sextina de Jorge Manrique, y conjugo estrofas diferentes para conseguir, así lo espero, una mayor musicalidad. De todas formas, estos comentarios son mas propios de un Club de Lectura que de esta página. Por seguro que asistiré al de nuestro Camino Viejo, si la salud me lo permite, y así recibe el saludo de tu amigo, José Mª Valderrama.
ResponderEliminarHola José María, estoy de acuerdo con tus comentarios sobre el soneto y sobre el enriquecimiento que supone la novedad y la originalidad del léxico.
ResponderEliminarMe consta que eres afín a Camino Viejo, yo también. Pues sí, este club de lectura, que funciona muy bien, es también fruto de dicha asociación que tanta cultura aportó al pueblo. Como bien sabes, Camino Viejo es tu casa y en el club de lectura hay gente que tú conoces bien, mi hermano Juan, que presidió durante tanto tiempo la asociación, José Galiano, Juani Parras, Clara Godino... Así es que aquí nos tienes para lo que quieras.