Javier
Pérez Andújar rememora de una forma muy peculiar sus inicios vitales y culturales
en esta novela que es más bien una evocación poética de las experiencias y
recuerdos infantiles que fueron forjando
su espíritu de hombre de letras y
escritor, que marcaron definitivamente la formación de su personalidad deslumbrada por la magia de las palabras, por el
lenguaje poético y enriquecedor de la realidad.
Los
hechos narrados tienen lugar a principios de los años setenta en un barrio
periférico de Barcelona, en pleno auge de la inmigración, de la huida del
empobrecido mundo rural hacia la actividad industrial de las ciudades, en un
ambiente de incipiente lucha obrera clandestina y primeras huelgas.
La
obra cuenta la historia de la construcción de la identidad del autor a través
de la asimilación de la cultura popular de la época, que le llega por medio de
dos vías principales: la narración oral, con las historias y leyendas que le transmite
su madre y también su tío Ginés y la literatura
escrita, a la que se acerca de la mano de su amigo de la niñez, con sus
primeras lecturas. Pero el autor va
mucho más allá de su propia experiencia pues la grandeza de Los príncipes valientes estriba en que
representa una rememoración de la influencia de la cultura popular en toda una
generación, que se verá sin lugar a dudas reflejada en las imágenes y símbolos
que dan vida a la novela.
Junto
al autor realizaremos un repaso de los personajes de ficción que dejaron huella
en su futuro como lector apasionado del
lenguaje, así desfilan por la obra personajes de tebeos, de series de
televisión y de libros infantiles y juveniles como el capitán Trueno, Pinocho,
el teniente Colombo, Kojak, la familia Ulises o el capitán Nemo, personajes de
los que el autor nos ofrece un detenido y subjetivo análisis comparativo.
En
Los príncipes valientes no
encontraremos la típica trama argumental
sino que nos veremos inmersos en un mar de belleza narrativa donde
prevalece la forma al contenido. Lo primero que nos sorprende es su prosa
poética caracterizada por la riqueza del lenguaje con abundancia de imágenes y
metáforas esparcidas en largos párrafos repletos de significado y con un
deslumbrante poder evocador de una época. Los hechos que se relatan pasan a
segunda línea, son meras anécdotas aunque esenciales para la configuración de
la personalidad y la realidad vital del escritor.
Los príncipes valientes es una novela impregnada de lirismo donde se
respira una atmósfera gris que destila tristeza y cierta melancolía. Por eso
mismo no es un libro recomendable para cierto tipo de lectores poco
experimentados, pero sí lo es para lectores veteranos que sabrán captar toda su
grandeza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario