viernes, 2 de agosto de 2013

DEMOCRACIA. Pablo Gutiérrez


Título: DEMOCRACIA
Autor: Pablo Gutiérrez
Editorial: Seix Barral
Fecha: 2012
Páginas: 240

En Democracia, la última novela publicada por Pablo Gutiérrez, nos encontramos con la historia de Marco, un hombre joven, con especial talento para el dibujo, casado y con un empleo  que le permitió acceder a una hipoteca para comprar su vivienda, hasta aquí todo normal, lo típico de una familia de la época actual. Sin embargo, el mismo día en que se anuncia la caída de Lehman Brothers, una de las más grandes compañías de servicios financieros de EEUU, Marco es despedido de su trabajo y su trayectoria vital comienza a torcerse. Se convierte en una víctima más de los efectos colaterales de la crisis capitalista surgida tras el colapso y la quiebra de importantes entidades financieras y que, en la realidad, ha trastocado la vida privada de muchas personas. Al joven dibujante le sobra tiempo y pasará del ocio al  aburrimiento, a la autocompasión, a la dejadez e incluso a la depresión, de la que escapa gracias a su talento y a su creatividad artística.
Esta interesante novela nos lleva a la reflexión sobre el dramático efecto que pueden tener las decisiones tomadas en una fría oficina sobre la vida de las personas. Su lectura nos hace más conscientes de la fragilidad y debilidad del ser humano en manos del poder capitalista que todo lo domina, sobre todo cuando no hay una fuerza que  contrarreste la ambición desmesurada de los mercados.
El protagonista de la obra no es más que una ficha insignificante, invisible, en el tablero del sistema económico mundial, ese  monstruo que, cegado por la codicia, pisa a su paso y sin compasión a la débil hormiga obediente, sumisa  y trabajadora.
Los demás personajes de la novela contribuyen a la construcción de la historia de forma ejemplar. El contrapeso al protagonista es el joven Talo, heredero de los negocios empresariales de su familia rica, además del famoso y millonario economista de origen judío, George Soros, que decidió retirarse y dedicar su vida  a la espiritualidad. Por otro lado está Julia, la esposa de Mario que no supo acompañarle. Pablo Gutiérrez lo expresa así de bien: Marco se desplomó en una soledad que Julia no pudo cubrir con sus rizos.
Especialmente interesante resulta el personaje de Cloe, la madre soltera de Marco a la que el autor describe como una mujerona solitaria y encabronada contra el mundo.  Cloe es una mujer poco cariñosa, un poco desapegada con su hijo: no es que Cloe no lo quisiera, es que no lo quería siempre.
Menos consistentes y más difuminadas aparecen la presentadora y la terapeuta cuyas historias están un poco diluidas en el grueso de la historia central, como también es el caso de Gina, la congresista demócrata. Y por otro lado están los tres amigos “revolucionarios” que son más bien caricaturas.
A través de la exposición de las diferentes escenas, con saltos en el espacio y en el tiempo, el lector va descubriendo el entramado de la narración, su estructura interior y va conociendo a los personajes, sus conflictos y circunstancias para al final conseguir vislumbrar el cuadro completo de la historia. 
En Democracia descubriremos el hilo conductor que engarza esta obra con la anterior de Pablo Gutiérrez, Nada es crucial; el mismo estilo, la misma crítica social subyacente, el mismo ambiente opresor, la misma desolación y marginalidad de los personajes centrales, incluso el mismo punto de vista determinista. Además son muchos los paralelismos entre ambas novelas como las  constantes referencias, a los tebeos y a la literatura en el caso de la segunda y a los videojuegos y a la poesía en el caso de la primera. En Democracia además hallamos alusiones a movimientos tan actuales como el 15M y  Democracia Real Ya, aunque sin nombrarlos expresamente.
Al igual que en Nada es crucial, los toques de humor y  la ironía cuentan con un lugar muy destacado en el significado de la novela: Marco [que acaba de ser despedido sin miramientos] debería sentirse orgulloso de ser un fragmento infinitesimal del gran estallido, una esquirla de intrahistoria en el mitológico combate entre Economía y Humanidad.
Lo realmente peculiar de la novela es la forma en que el autor maneja el lenguaje, juega con él con elegancia, incluso con el formato, apareciendo en el texto distintos tipos de tamaño de letra o palabras tachadas o semitachadas.  Así encontramos la palabra democracia, como una democracia simulada, no real, como una demo.
Deslumbra el trasfondo poético o las frases  creativas e ingeniosas como cuando describe una prenda de vestir como: su blusa de niña de ocho años obediente con mamá y cumplidora con la catequesis.
Estamos ante una obra que ofrece al lector una visión comprometida socialmente con la actualidad y estamos también ante una nueva forma de contar historias, muy original, creativa y atractiva.
Aunque me gustó y me sorprendió más Nada es crucial, ésta es, sin duda, otra estupenda novela totalmente recomendable.

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