Autor: Luis Landero
Editorial: RBA Editores
Colección: Narrativa actual, 32
Fecha: 1993 (1989)
Páginas: 394
ISBN 84-473-0031-5
Premio de la Crítica 1989
Premio Ícaro 1989
Premio Nacional de Narrativa
1990
Gregorio Olías lleva una
vida gris y monótona trabajando como oficinista, hasta que conoce a Gil, otro
empleado de la misma empresa pero que reside fuera de la ciudad. No se conocen
personalmente pero ambos entablan una curiosa relación de amistad telefónica
que logra revivir en el protagonista los sueños de poeta que tuvo en su
juventud. Gil, con sus adulaciones, anima a Gregorio a crearse una nueva
identidad como Augusto Faroni, que
representa al hombre culto y aventurero que le hubiera gustado ser. A partir de
ahí se recrea una entrañable historia en la que la realidad y la ficción se dan
la mano.
En esta gran novela destacan
unos magníficos personajes que toman vida propia y se hacen querer. Gregorio /
Faroni es un personaje genial, con sus luces y sus sombras, con una gran
imaginación que le lleva a convertirse en un impostor sin malas intenciones. Él
sólo persigue un sueño pero la dura realidad (representada principalmente por
su esposa Angelina) se impone. Mientras leía me venía a la cabeza constantemente
el cuento clásico de La Lechera y
sobre todo he visto en Gregorio un reflejo del gran D. Quijote, el personaje
por excelencia de la Literatura española porque al igual que éste, Gregorio Olías
es un soñador rendido a un ideal, capaz de poner en riesgo su familia, su trabajo,
sus bienes, su estabilidad, a cambio de una quimera.
Como contrapunto al fabuloso
protagonista está Angelina, la mujer de Gregorio, que representa la triste realidad y la rutina. Una mujer sosa
hasta extremos insospechados, sin ilusiones, sin imaginación, con un exagerado
sentido práctico de la vida, pero buena y atenta con su esposo.
Y por supuesto el ferviente admirador
de Faroni, Gil, que arrastrado por el impulso creativo de su amigo, se
convertirá en Dacio Gil Monroe. Un hombre humilde, sencillo y con baja
autoestima que se aferra a una ilusión hasta convertirla en el centro de su
existencia.
Los personajes secundarios
también son excelentes, el tío Félix, la suegra de Gregorio o el misógino Antón
Requejo y su manía persecutoria, todos contribuyen de manera eficaz a
enriquecer la obra.
La novela está muy bien
escrita con una trama perfectamente hilada que nos lleva a conocer los
entresijos de esta fantasiosa historia hasta llegar al desenlace, cuando la realidad y la ficción, la
verdad y la mentira chocan sin remedio.
Otro aspecto fundamental es
el sentido del humor agridulce que sobrevuela la obra por encima del ambiente
hostil y la mediocridad. Un humor que se hace evidente sobre todo a través de unos
diálogos hilarantes que rozan lo absurdo y que dotan de ternura y humanidad a
los personajes.
Juegos
de la edad tardía es una gran novela de un gran escritor. Me
ha parecido admirable la capacidad del autor para, a partir de unas vidas
insulsas y rutinarias, crear unos personajes míticos que sueñan con ser héroes.
Y por supuesto la obra destaca por su calidad narrativa, avalada por una magnífica
prosa con los precisos y acertados recursos literarios.
Me alegro que te haya gustado. Estamos de acuerdo en que es una gran novela.
ResponderEliminarSí Lope de Sosa, estamos de acuerdo la mayoría de las veces!
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