- Crear un ambiente que propicie el acercamiento placentero a los libros en el seno familiar puesto que la familia es el primer y fundamental pilar de animación a la lectura.
- Asociar la lectura al juego y a la actividad lúdica, sobre todo en los primeros momentos. Ya en la edad adulta la lectura seguirá siendo una actividad voluntaria apta para los momentos de ocio.
- Escuchar, respetar y valorar positivamente las opiniones de los demás sobre sus lecturas. Alabar los logros de los niños siempre y motivarlos para avanzar.
- Sugerir o recomendar lecturas, nunca imponer por obligación y mucho menos usarlas como castigo.
- Orientar y reconducir los gustos e intereses de los lectores hacia la literatura de calidad sin que se note demasiado.
- Compartir lecturas y comentar juntos los libros leídos creando un ambiente de complicidad y confianza.
- Visitar frecuentemente las bibliotecas públicas y participar en las actividades que suelen organizar para fomentar el interés por la lectura.
- Crear expectativas a través del fomento de la conversación con los niños, y sobre todo con los adolescentes (pues suelen ser los más reacios a la lectura) sobre sus intereses, sus aficiones, su miedos y sus problemas procurando la satisfacción de su curiosidad y propiciando el intercambio de opiniones y la crítica constructiva.
- Fomentar la creación de clubes de lectura que enriquecen enormemente nuestras experiencias lectoras al compartirlas socialmente.
- Fomentar los talleres de animación a la lectura en los centros educativos y en las bibliotecas. Es muy importante que estén monitorizados por profesionales.
Comentarios y reseñas de libros, sin ninguna pretensión de crítica literaria.
martes, 27 de marzo de 2012
DECÁLOGO DE LA ANIMACIÓN A LA LECTURA
martes, 13 de septiembre de 2011
Retroceso
viernes, 27 de mayo de 2011
domingo, 22 de mayo de 2011
Reproducción de un vídeo de José Luis Sampedro
Gracias maestro!!
http://youtu.be/LOmh3jcV28g
miércoles, 18 de mayo de 2011
Yo también estoy indignada
TEXTO DE APOYO DE JOSÉ LUIS SAMPEDRO
martes, 26 de abril de 2011
INAUGURANDO LA LECTURA ELECTRÓNICA
No cansa la vista, he podido subrayar en el texto, hacer anotaciones y me he concentrado en el texto tanto como en cualquier libro en papel.
Así es que repetiré la experiencia, aunque ahora volveré al libro impreso porque el turno es para un título que llevo tiempo queriendo leer y sólo dispongo de él en papel.
No está mal alternar los dos formatos. Diversidad, ¡qué estupenda palabra!
lunes, 28 de marzo de 2011
MÁS BARBARIE Y MÁS CERCANA
martes, 15 de marzo de 2011
Las nuevas tecnologías se van haciendo hueco.

Bueno, pues ya tengo un ebook, ¿o he de decir un libro electrónico, así en español, o tal vez un e-reader? Así de primeras me gusta más el libro impreso, ya sé que suena a tópico, pero es verdad que su tacto, su olor son insustituibles. El ebook es un aparato muy frío, no me transmite nada, algo que sí me pasa con un libro, su portada, su colorido, su volumen...
Aun no he leído un libro completo en este nuevo artilugio, todavía estoy conociéndolo un poco mejor, abriendo y cerrando carpetas, ajustando la configuración, enterándome de cómo descargar libros, de los formatos, de cómo hacer anotaciones, de cómo descargar mp3, entre otras cosas. Resulta que me bajaba libros en pdf y no podía cambiar el tamaño de la letra, claro era en pdf y eso parece ser que es como una foto fija, que no se puede editar, creo. Bueno pues ya he solucionado el tema, ahora he encontrado un programa que transforma los pdf en formato epub y eso es otra cosa.
miércoles, 10 de noviembre de 2010
LA NUEVA REALIDAD DE LAS BIBLIOTECAS PÚBLICAS
El acceso a la información y a la cultura a través de las bibliotecas públicas es un servicio fundamental vinculado a los derechos básicos del ciudadano plasmados en nuestra Constitución, por lo que los poderes públicos tienen la obligación de ofrecerlo a la sociedad.
Las bibliotecas públicas a su vez, como parte integrante de esta sociedad, tienen el deber de ir adaptándose a la transformación cultural y tecnológica que venimos observando día a día.
En los siglos XIX y XX uno de los objetivos prioritarios de las bibliotecas públicas era garantizar a todos los ciudadanos el acceso a la cultura universal, era, digamos, un instrumento para conseguir la igualdad de oportunidades.
Hoy, ya en el siglo XX, las bibliotecas siguen conservando ese más que loable
objetivo, pero la realidad ha cambiado, la información es más accesible a la
población en general, por lo que los bibliotecarios se han especializado además
en ayudar a seleccionar, analizar e interpretar el exceso de información
disponible a la que se enfrenta el ciudadano.
La biblioteca ha de dejar de ser
sólo un edificio donde se lee en silencio y se prestan libros, ha de ir mucho
más lejos, ofreciendo esos servicios pero también convirtiéndose en un centro
social y cultural donde se facilite a los ciudadanos el acceso a la información
y a la cultura tanto a través del papel impreso como de las nuevas herramientas
tecnológicas. Además las bibliotecas se están transformando, a demanda de los
ciudadanos, en lugares de reuniones, de encuentros sociales, de ahí por ejemplo
el éxito generalizado en nuestro país de los clubes de lectura. Hoy es
relativamente fácil acceder a la lectura, pero es más interesante aún compartir
esa lectura, ese acto individual y solitario, con otras personas, con nuestro
entorno y en definitiva, la biblioteca pública tiene la obligación de potenciar
ese enriquecimiento cultural tanto a nivel personal como social.
Otro aspecto importante es que
las bibliotecas están saliendo de los edificios gracias a Internet, a la
difusión de sus servicios fuera del recinto físico, es una forma excelente de
llegar mejor a la sociedad, de satisfacer las necesidades y expectativas de
información, formación, cultura y ocio de los ciudadanos.
martes, 28 de septiembre de 2010
HUELGA
sábado, 4 de septiembre de 2010
Impotencia
Como profesora, las preguntas de los alumnos que más me cuesta responder convincentemente son sobre porqué hay que estudiar cosas que a ellos les parecen inútiles o absurdas, como la Historia o la Geografía. Yo tengo claro qué me aportan a mí, pero de todas las razones que hay para estudiar estas cosas, yo les hago hincapié en lo necesarias que son estas disciplinas para comprender el mundo en el que viven: las coordenadas de espacio y tiempo, que al fin y al cabo son las que tratan la Geografía y la Historia, nos ayudan a conocer el sitio que ocupamos en el mundo y a comprender de dónde vienen todas nuestras realidades. Que todo eso les puede parecer ajeno y absurdo, pero que muchas de las cosas que estudian tienen que ver con su vida real y que, quieran o no, les afectan.
Por ejemplo, ¿quieres saber por qué tienes a tu lado a un compañero que viene de Ecuador? ¿por qué habla el mismo idioma que tú? ¿quieres entender por qué un señor, por nacer con el apellido Borbón, va a ser "rey" y el Estado Español le va a dar mucha pasta (que vendrá de los impuestos que tú pagues de mayor)? ¿por qué lo que digan unos señores europeos en Bruselas va a repercutir - y mucho - en tu vida? Todo eso es geografía. Todo eso es Historia.
Algunos entienden qué quiero decir, otros no. Yo no llevo mal las preguntas, las protestas... son críos. Es normal. Donde me desarman del todo y me dejan sin respuestas es cuando me dicen que todo eso les da igual. Que para qué quieren saber dónde está Marruecos, si no van a ir nunca. Para qué conocer el tipo de elecciones que hay en España, si ellos no tienen la intención de votar jamás. Que les resbala que haya una guerra en Irak, que media África se esté muriendo de hambre o que la Unión Europea diga "bla". Si ni siquiera les interesa eso, imaginaos lo complicado que me resulta hacer que se interesen por lo que hacían señores de hace cinco siglos, por muy apasionante que yo intente pintarlo.
Y, Lo que llevo peor con diferencia, es esa actitud de orgullo con el que exhiben su ignorancia y su cortedad de miras. Esa actitud de "no sirve para nada, no me interesa. Eso que cuentas y a lo que dedicas tu vida es una mierda. Yo quiero jugar a la Play/ irme de compras al Centro Comercial y ya". La tienen conmigo, que enseño Historia, pero también que los profes de lengua, de biología, de matemáticas. El desprecio por los libros, por el Arte, por la Cultura, por las Ciencias... no es algo tan raro, y puede conmigo.
Últimamente esa actitud está más de moda que nunca. Tenemos una perfecta encarnación en la dichosa Belén Esteban, que no sabe nada, no quiere saber nada y se jacta de ello. La mala educación, la zafiedad y la ignorancia puestos en un pedestal día tras día. Todo el mundo la aplaude porque ella es "auténtica" (signifique lo que signifique eso). Conozco a mucha gente a la que le gusta ver a la Esteban y es curioso, porque hay toda clase de personas entre su público. Entre ellos, los que más me llaman la atención son dos tipos: la gente que tiene (o cree que tiene) más educación que ella y la ve como un divertimento, incluso algunos como un consuelo (yo soy mejor que ella), o los que son como ella, que han visto como la ignorancia y la mala educación también te pueden hacer triunfar en la vida y que hay que sentirse orgulloso de ello. Eso me da miedo: que se extienda y que sirva de ejemplo a más bobos, que opinen que el no saber nada es estupendo. Que el presumir de ser zafio e inculto se convierta en políticamente correcto y sea bien visto.
"Eh, que yo no quiero ayuda de nadie, que no necesito ayuda, leche" dice la Esteban en un momento de estos cuatro minutos de despropósitos. "Como yo no he pillado esa revolución -la industrial- tres narices me importa"- un argumento que podría haber empleado uno de mis peores alumnos.
En fin... lo grande es que estoy convencida de que la mayor parte del público (y muchos de los de las mesas) no tenían ni idea de que la chica estaba metiendo la zarpa hasta el fondo y más allá y reían y aplaudían porque lo decía el regidor.