Título: PANTALEÓN Y LAS VISITADORAS
Autor: Mario Vargas Llosa
Editorial: RBA
Colección: Narrativa actual, 28
Fecha: 1993 (1973)
Páginas: 256
ISBN 84-473-0027-7
En el interior de esta
historia sencilla y anecdótica protagonizada
por el capitán del ejército peruano Pantaleón y su equipo de visitadoras, encontramos
una peculiar crítica social que pone en evidencia una organización militar tremendamente
conservadora y machista, en cuyo seno la corrupción y la hipocresía campan a
sus anchas.
Pantaleón
y las visitadoras es una novela de humor sencillo y
directo, divertida y amena, plagada de situaciones graciosas, que a veces rozan
el disparate y que provocan el asombro y la risa del lector pero, como en
toda novela que se precie, existe un trasfondo más interesante aún.
Pantaleón es un
personaje entrañable, fiel a sus principios, con un sentido admirable de la
responsabilidad, meticuloso en su trabajo hasta extremos ridículos. Su
evolución dentro de la trama responde a la altura literaria del escritor hasta alcanzar
un final ingrato, cuando el personaje se resigna a aguantar estoicamente las burlas, el abandono
y la humillación, precisamente de los mismos que le han llevado a esa tesitura.
Por otro lado tenemos a
las visitadoras, un grupo de mujeres sin vida propia, mujeres que viven al
servicio de los otros, usadas como meros objetos sexuales para satisfacer los
intereses de los hombres. Son invisibles como personas, tanto que se les niega
hasta la identidad como se ve en el hecho de que a la mayoría se las nombre por
apodos como Pechuga, Peludita o la
Brasileña.
[…] al
Servicio de Visitadoras, esa institución que acarrea mujeres de mal vivir, como
si fueran piezas de ganado o artículos de primera necesidad, a las guarniciones
de la frontera. (pág. 224)
El término “visitadoras”
es un eufemismo más de los muchos que se emplean intencionadamente en la novela
cuando se habla de la prostitución, lo que no deja de ser un síntoma de la
hipocresía y la doble moral que caracterizan a este mundo marginal. Así, continuamente
se alude a la prestación, el servicio, las ambiciones, las lavanderas…
La novela también trata
temas como el abuso de poder, la manipulación burda y descarada de los medios
de comunicación que amenazan y chantajean con efectividad para conseguir sus
fines o la falta de formación cultural de la gente que se deja llevar por la
superstición y la palabrería de cualquier
charlatán que les prometa un futuro mejor, aunque no tenga la más mínima base
lógica para sostenerse. Todo eso está presente bajo lo que también es Pantaleón y las visitadoras, una novela humorística,
entretenida y de fácil lectura.
Y por último decir que
en la novela confluyen muy acertadamente distintos géneros o estilos narrativos
que se dan la mano para conseguir una unidad argumental. Por un lado nos
topamos con capítulos escritos en forma de diálogos diferentes y alternativos
que se solapan los unos a los otros en el mismo tiempo narrativo, pero también
hay capítulos redactados en forma epistolar, como fríos partes o informes
oficiales, como artículos periodísticos o incluso en forma de locuciones
radiofónicas.
Una muy buena novela,
escrita con la maestría que caracteriza al autor. Recibió el Premio
Latinoamericano de Literatura en 1975.