Autor: Ray Bradbury (1920 – 2012)
Traducción: Alfredo Crespo
Editorial: Plaza & Janés
Colección: Ave Fénix
Fecha: 1997
Páginas: 175
ISBN 84-01-42282-5
Era estupendo quemar. Así comienza esta obra del escritor
estadounidense Ray Bradbury, publicada por primera vez en 1953 y que sigue los parámetros de la llamada literatura
distópica, tan de moda ahora sobre todo en la literatura juvenil.
Fahrenheit 451 retrata una sociedad ficticia e indeseable,
un mundo imaginario donde la cultura en general y la lectura en particular están
totalmente prohibidas, los libros y los
lectores son perseguidos y las bibliotecas quemadas.
Las autoridades han conseguido
inculcar a la gente la idea de que la lectura de libros es causa de infelicidad
pues provoca zozobra e inquietudes. Prefieren una ciudadanía dormida y
entretenida en banalidades a una ciudadanía pensante y crítica que le pueda ocasionar
quebraderos de cabeza, pretenden la aniquilación precisamente de lo que es
inherente al ser humano, su capacidad de
pensar, de sentir y de emocionarse, buscan la anulación del individualismo y de
la diversidad cultural.
De ahí la creación de un cuerpo
de bomberos que no se dedica a apagar fuegos sino a provocarlos, ellos son un
instrumento de represión y control de las masas, además de ser ellos mismos parte
integrante del engranaje de un mundo poblado de seres sin alma, autómatas,
obedientes y sumisos.
Pero el conflicto surge cuando Montag,
el bombero protagonista y eje de la novela, se rebela contra lo establecido después de conocer a
Clarisse, una chica que le incita a pensar, a cuestionarse cosas dadas por
hechas. Desde ese momento nada será igual, surge la semilla de la duda, de la
incertidumbre y el bombero descubre que bajo la apariencia de la uniformidad
existe un sustrato de rebeldía, otro mundo alternativo, clandestino, marginado
y expulsado pero vivo aún.
Fahrenheit 451 sigue la línea marcada por otras novelas
futuristas anteriores como Un mundo feliz de Aldoux Husley (1932) o
1984 de George Orwell (1949) y como en
ellas, a pesar de los años transcurridos desde su publicación, el tema
predominante sigue siendo actual. Concretamente la novela de Bradbury nos hace reflexionar sobre el hecho de que aún
persiste la censura de la cultura, porque aún se pretende desde las altas
esferas del poder acallar las voces discordantes con lo establecido y crear
opiniones favorables al poder dominante. Y es que hoy también, como en la
novela, las imágenes, las pantallas, cumplen una función de distracción de las
masas a través del entretenimiento vano hueco y superficial.
Una buena novela de ciencia
ficción sin duda muy recomendable, por su calidad narrativa, porque es breve,
fácil de leer y entretenida y también porque es una novela homenaje a los
libros, un reconocimiento a su función cultural y humanitaria.
. ¿Se da
cuenta, ahora, de por qué los libros son odiados y temidos? Muestran los poros
del rostro de la vida.
. Los que no construyen deben destruir. Es algo tan viejo como la
Historia y la delincuencia juvenil.
. Vive como si fueras a morir dentro de diez segundos. Ve al mundo. Es
más fantástico que cualquier sueño real o imaginario. No pidas garantías, no
pidas seguridad. Nunca ha existido algo así.
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Relectura. Club de lectura
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