miércoles, 25 de junio de 2014

FAHRENHEIT 451. Ray Bradbury


Título: FAHRENHEIT 451
Autor: Ray Bradbury (1920 – 2012)
Traducción: Alfredo Crespo

Editorial: Plaza & Janés
Colección: Ave Fénix
Fecha: 1997
Páginas: 175
ISBN 84-01-42282-5
Era estupendo quemar. Así comienza esta obra del escritor estadounidense Ray Bradbury, publicada por primera vez en  1953 y que  sigue los parámetros de la llamada literatura distópica, tan de moda ahora sobre todo en la literatura juvenil.  
Fahrenheit 451 retrata una sociedad ficticia e indeseable, un mundo imaginario donde la cultura en general y la lectura en particular están totalmente prohibidas, los libros  y los lectores son perseguidos y las bibliotecas quemadas.
Las autoridades han conseguido inculcar a la gente la idea de que la lectura de libros es causa de infelicidad pues provoca zozobra e inquietudes. Prefieren una ciudadanía dormida y entretenida en banalidades a una ciudadanía pensante y crítica que le pueda ocasionar quebraderos de cabeza, pretenden la aniquilación precisamente de lo que es inherente al ser humano, su  capacidad de pensar, de sentir y de emocionarse, buscan la anulación del individualismo y de la diversidad cultural.
De ahí la creación de un cuerpo de bomberos que no se dedica a apagar fuegos sino a provocarlos, ellos son un instrumento de represión y control de las masas, además de ser ellos mismos parte integrante del engranaje de un mundo poblado de seres sin alma, autómatas, obedientes y sumisos.
Pero el conflicto surge cuando Montag, el bombero protagonista y eje de la novela, se rebela  contra lo establecido después de conocer a Clarisse, una chica que le incita a pensar, a cuestionarse cosas dadas por hechas. Desde ese momento nada será igual, surge la semilla de la duda, de la incertidumbre y el bombero descubre que bajo la apariencia de la uniformidad existe un sustrato de rebeldía, otro mundo alternativo, clandestino, marginado y expulsado pero vivo aún.
Fahrenheit 451 sigue la línea marcada por otras novelas futuristas  anteriores como Un mundo feliz de Aldoux Husley (1932) o 1984 de George Orwell (1949) y como en  ellas, a pesar de los años transcurridos desde su publicación, el tema predominante sigue siendo actual. Concretamente la novela de Bradbury  nos hace reflexionar sobre el hecho de que aún persiste la censura de la cultura, porque aún se pretende desde las altas esferas del poder acallar las voces discordantes con lo establecido y crear opiniones favorables al poder dominante. Y es que hoy también, como en la novela, las imágenes, las pantallas, cumplen una función de distracción de las masas a través del entretenimiento vano hueco y superficial.
Una buena novela de ciencia ficción sin duda muy recomendable, por su calidad narrativa, porque es breve, fácil de leer y entretenida y también porque es una novela homenaje a los libros, un reconocimiento a su función cultural y humanitaria.

                   .  ¿Se da cuenta, ahora, de por qué los libros son odiados y temidos? Muestran los poros                           del rostro de la vida.
                      . Los que no construyen deben destruir. Es algo tan viejo como la                          Historia  y    la delincuencia juvenil.
                     . Vive como si fueras a morir dentro de diez segundos. Ve al mundo. Es                         más  fantástico  que cualquier sueño real o imaginario. No pidas garantías, no                         pidas  seguridad. Nunca ha existido algo así.
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Relectura. Club de lectura

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